La Naturaleza es sabia: aprendamos de ella
Queridos amigos de mi comunidad de amantes de la Naturaleza:
Esta semana ha llegado a mi conocimiento una preciosa campaña de la Fundación Global Nature denominada “La Naturaleza es sabia: aprendamos de ella”. Como podéis ver en las imágenes, se trata de un set de creaciones por inteligencia artificial mostrando varios animales enseñando en medio de la naturaleza a una audiencia de alumnos humanos.
En verdad da para reflexionar. En pleno siglo XXI, ¿qué tiene que enseñar la Naturaleza al humano urbanita, tecnologizado y divorciado hace décadas de la Naturaleza y del Planeta?. Pues puede enseñarnos mucho, si sabemos escucharla y observarla.
En primer lugar, nos guste o no, la especie humana es un animal social. Todos los antropólogos están de acuerdo en considerar que, aparte de una sobresaliente capacidad cerebral, lo que hizo exitosa a la especie humana fue la cooperación mutua. Incluso los estudiosos de la anatomía y fisiología del parto de las mujeres consideran que está diseñada para que una mujer dé a luz más fácilmente con la cooperación de otras mujeres.
Hoy día nos encontramos con que el tejido social humano se está destruyendo merced a la acción de ciertas fuerzas económicas y sociales a quienes les interesa conseguir que los seres humanos estemos solos y aislados, para poder dominarnos con mayor facilidad. Vivimos junto a vecinos a quienes no conocemos y con quienes no hablamos. Desconfiamos automáticamente del “extraño” y en el transporte público corremos a sentarnos solos y aislados, mostrando contrariedad si tenemos que compartir asiento.
Volvamos a ser seres sociales. A tejer redes de cooperación que nos hagan fuertes e independientes de cualquier poder que desee someternos y doblegarnos. Esa es una de las lecciones que tenemos que aprender de la Naturaleza. Pero hay más:
La observación de muchas especies animales nos enseña a evitar la competencia y el conflicto siempre que sea posible, y cuando el conflicto es inevitable, a que la sangre no llegue al río, siendo generoso con el enemigo caído. Nos enseña a ser eficientes con los recursos que consumimos y con la energía que gastamos en nuestras actividades: no encontraréis mejores lecciones de eficiencia energética que en la Naturaleza.
Evidentemente no todo es del color de rosa y la Naturaleza frecuentemente nos muestra una cara dura e inmisericorde. Pero esa cara dura e inmisericorde ya la mostramos los humanos “de serie”. Lo que hace falta es corregirla y dulcificarla mediante las otras lecciones.
Y podría extenderme hasta el infinito, pero os cansaría. Antes de concluir quiero poneros aquí el enlace a los cursos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que son gratuitos y online. Yo he hecho alguno y os lo recomiendo sin dudarlo.
Y para terminar, como de costumbre, el resumen de los contenidos que he subido para los suscriptores de mi comunidad de Patreon esta semana:
De la estepa a la sabana: el águila de estepa
Nidos de las aves: hogar y protección
¿Qué es un cangrejo?
Hilo extendido: “Fuga de Teherán”
¡Un abrazo!
Eugenio